Artículo publicado originalmente en OK Diario.
Como podemos observar, el debate económico para la gobernanza del país está repleto de medidas muy dispares entre sí. Por un lado tenemos al Gobierno socialista, que en coalición con Podemos, plantean medidas de aumento en la recaudación a través de la subida de impuestos y el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), mientras otros partidos como PP o C´s priman la rebaja fiscal como vía resolutiva para el empleo.
La reforma laboral, los precios de la luz o las políticas en materia medioambiental son algunos de los temas que se han abordado las últimas semanas por los partidos políticos. Como digo anteriormente, las posturas entre los partidos son muy dispares, pues mientras unos prevén una reforma laboral que facilite el acceso al mercado laboral, otros plantean nuevas subidas del SMI, así como la penalización de determinados tipos de contrato para combatir la temporalidad.
Las pensiones, uno de los temas más candentes de las elecciones y de los más preocupantes para los votantes, también han sido objeto de discusión. La sostenibilidad de las pensiones está en entredicho. Muchos son los economistas que se han postulado a favor de la izquierda, garantizando que la sostenibilidad de las pensiones es completamente viable, así como otros muchos que ya pronostican su quiebra, de no tomar medidas en el corto plazo.
El debate continúa alargándose por los platós de televisión y radio, mientras los ciudadanos se muestran confusos ante la disparidad entre las afirmaciones emitidas por los candidatos políticos. Sin embargo, seguimos sin tener en cuenta, como he dicho en otros artículos, el tema del empleo. Hablamos de sostenibilidad de las pensiones mientras, el empleo, el principal condicionante de la sostenibilidad de las pensiones, sigue sin abordarse íntegramente.
Estructura demográfica
La estructura demográfica de España es un verdadero problema para las pensiones. Cada vez tenemos más ancianos, más pensionistas, más jubilidados. A su vez, la esperanza de vida de estos, debido al aumento de esta, ha provocado que el periodo de cobro de la pensión haya aumentado por la mayor longevidad. A su vez, la tasa de natalidad está en mínimos de hace 40 años, por lo que existe una pirámide poblacional invertida.
Es decir, en España, el número de ancianos supera al número de jóvenes. Además, el número de pensionistas aumenta constantemente, mientras que el empleo, y sobre todo joven, siguen haciéndolo de una forma muy gradual. La tasa de desempleo se reduce paulatinamente, mientras el número de pensionistas con derecho a pensión aumenta.
Por otro lado, en materia de natalidad, el número de nacimientos en España ha caído notablemente respecto a otros años. La tasa de natalidad en el país se encuentra en mínimos de hace 40 años y las condiciones laborales para las madres jóvenes, uno de los aspectos más valorados de cara a la natalidad por las mujeres, en muchos casos no mejora.
Ante esto, el sistema de pensiones se vuelve insostenible. Pues si hacemos balance, vemos como el número de cotizantes en España es insuficiente para garantizar las pensiones al número de pensionistas del país. A su vez, esta esperanza de vida ya se sitúa en los 83,5 años, lo que indica que los ancianos cobrarán más años su pensión, a la vez que la tasa de dependencia irá incrementándose por el bajo ritmo de crecimiento en el empleo.
Por ello, la única forma de sostener las pensiones es a través del empleo. El empleo en España está creciendo, sí, pero este dato no sería fiable hasta que no los desintegremos en empleo privado y empleo público. Como en todas las elecciones, el impulso en el gasto público que ha realizado el PSOE para lanzar una de las mayores ofertas de empleo público en el país está maquillando la situación y, al igual que con el déficit, podría ocultarnos un serio problema estructural.
No obstante, las empresas siguen teniendo una serias dificultades de acceso a la contratación. El rígido sistema laboral que posee el país está dificultando la contratación por parte de los empleadores. La alta fiscalidad a la que se ven sometidas las empresas a la hora de contratar y el exceso de burocracia son un completo lastre para el crecimiento de las empresas y la contratación.
Tasa de dependencia
Como hemos dicho, la tasa de dependencia en España está en continuo crecimiento. De hecho, se espera que para 2022, esta tasa de dependencia se sitúe en el 100%, provocando que el número de pensionistas esté mantenido por el mismo número de cotizantes. Por ello, debemos incentivar la creación de empleo privado y no penalizarla.
Las subidas de impuestos, las tasas impositivas a las empresas tecnológicas, todo lo que está destruyendo la creación de puestos de empleo y espantando a la Inversión Extranjera Directa no garantiza la sostenibilidad de las pensiones. La sostenibilidad de las pensiones la garantizan la creación de puestos de empleo y la reducción de la tasa de dependencia, pudiendo incrementar, nuevamente, el fondo de las pensiones.
En resumidas cuentas, el empleo es el principal factor a tener en cuenta si queremos garantizar el futuro de las pensiones. De no darse mayor creación de empleo, seguiremos sin poder afirmar, como ya hacen algunos partidos, que la sostenibilidad de las pensiones y el futuro de las mismas está garantizada. Por ello, las recetas mágicas de las subidas en el SMI no son la solución, la solución es más empleo.